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Flora amenazada del parque

La flora en peligro de extinción

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En el Parque hay 13 especies vegetales incluidas en el “Catálogo Vasco de Especies Amenazadas”. En la siguiente tabla se muestran las especies mencionadas, la categoría de amenaza y el lugar en el que se han encontrado:

Fauna en peligro de extinción

ESPECIE	CATAGORÍA AMANAZADA	LOCALIDAD
Aster alpinus		Mugarra, Udalatx
Berberis vulgaris		Alluitz, Untzillatx
Gypsophila repens		Anboto
Tozzia alpina		Anboto
Allium victorialis		Anboto
Armeria pubinervis		Anboto
Huperzia selago		Anboto
Ilex aquifolium		Urkiola, Saibi, Urkiolagirre
Narcissus asturiensis		Leungana
Narcissus pseudonarcissus gr. nobilis-varduliensis /b>		Mugarra, Aldazitala, Saibi
Pinguicula lusitanica		Urkiola
Taxus baccata		Anboto, Eskuagatx, Aramotz
Veratrum album		Anboto, Saibitd

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Entre los factores de riesgo que afectan a las plantas amenazadas se encuentran el pastoreo, el pisoteo, la recolección de plantas, los problemas de reproducción, la desecación de zonas húmedas, una gestión forestal inadecuada, el pequeño tamaño de algunas poblaciones y el cambio del clima. El Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque se especifica que se debe llevar a cabo el seguimiento y vigilancia de las poblaciones vegetales amenazadas y de las condiciones ambientales de sus hábitats. Además, se deben preservar los hábitats “escasos” y los “vulnerables”, adecuando para ello las medidas necesarias. Se establecen como prioritarios, por un lado “el plan de protección y recuperación de la vegetación de roquedo”, y por otro “el de las turberas y esfagnales del Parque”. En el caso de la vegetación de roquedo, se ve la necesidad de reducir la presión ganadera. Para ello, se deberían eliminar los rebaños de cabras y se deberían vallar algunas zonas, trabajos aún por realizar. En el caso de las turberas y esfagnales, se ha llevado a cabo la inventariación y la protección mediante vallado.

Las medidas de protección señaladas no son las únicas que inciden en la conservación de la flora, ya que el PRUG establece una normativa específica para la protección de los bosques autóctonos. De la misma manera, la regulación de las diferentes actividades humanas se realiza en función de la conservación de la biodiversidad, pudiendo incidir positivamente en la protección de las plantas.

Todos podemos contribuir en la conservación de la flora. Para ello, no estará de más tener en cuenta esta serie de consejos:

• No recolectar flores; mejor en una fotografía que en la papelera.
• Respetar los vallados y cerrar las puertas.
• No caminar fuera de los senderos, especialmente en las zonas erosionables.
• No conducir fuera de las carreteras y de las pistas autorizadas.
• No tirar ningún desperdicio, ni siquiera restos de comida.
• En caso de ver a alguien dañando o recolectando plantas innecesariamente avisar a los guardas.

 

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