Situación
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El paisaje de Urkiola está cubierto de un extenso manto de vegetación, únicamente interrumpido por las escarpadas cumbres de roca caliza. La vegetación del Parque está formada de diversas comunidades vegetales, entre las que destacan por su importancia los bosques (3.200 Has). Más de la mitad (1.680 Has) de toda la masa forestal son bosques naturales de hayas, encinas, robles, abedules y marojos; el resto lo constituyen principalmente plantaciones de coníferas. Además del bosque, el pastizal de montaña es uno de los elementos más característicos del paisaje de Urkiola, pero no el único, ya que en las escarpadas cumbres rocosas y en las zonas húmedas de los arroyos y esfagnales prosperan gran cantidad de plantas singulares.
La flora del parque se compone de casi 700 especies y cada una de ellas tiene su hábitat óptimo donde crecer. Muchas de esas plantas se agrupan bajo condiciones ambientales similares y forman comunidades vegetales claramente identificables. El hayedo por ejemplo, es uno de los bosques más extensos de Urkiola y se encuentra casi siempre por encima de los 600 metros, donde se dan las condiciones de humedad que el haya y su flora acompañante necesitan.
El clima fresco y lluvioso de esta zona, los diversos tipos de suelo (rocosos, ricos en nutrientes, etc.) y los abruptos relieves de estas montañas influyen de manera directa sobre la vegetación, pero no son estos los únicos factores a tener en cuenta si queremos entender la distribución de las plantas. Junto a ellos son de gran importancia los cambios climáticos y los movimientos de las placas tectónicas acaecidos en la historia de la Tierra así como la interacción del ser humano con su entorno durante los últimos milenios.
La vegetación que vemos en el Parque Natural de Urkiola no siempre ha sido como la actual. Es fácil darse cuenta de ello, si imaginamos que hace 500 años no había en estas montañas pinos, alerces ni cipreses; plantados por los habitantes de la zona para obtener madera, hoy en día cubren grandes extensiones y son una parte importante del paisaje vegetal. La presencia humana queda también reflejada en los hayedos de Saibi y Urkiolagirre, en donde aún sobreviven centenarias hayas trasmochas que abastecieron de madera durante muchos años a los carboneros de Urkiola. La vegetación actual es por tanto reflejo y producto de un largo proceso de cambios históricos.
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