Parque Natural de Urkiola · Ayuntamiento de Abadiño
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El hayedo es el bosque de mayor extensión del Parque Natural de Urkiola (casi el 20% de la superficie). Al ser Urkiola un lugar tan lluvioso y con tantas nieblas, el haya encuentra aquí un lugar idóneo donde crecer, creando extensos bosques en el piso montano, por encima de los 600 m. Es un bosque muy sombrío y la falta de luz impide el desarrollo de las plantas en el sotobosque, por lo que el interior del hayedo suele aparecer cubierto de hojarasca, casi sin vegetación. Algunas plantas como el narciso y el diente de perro, evitan la sombra floreciendo antes de que salgan las hojas de las hayas, cuando aún no ha terminado el invierno.
En estos montes se pueden diferenciar dos tipos de hayedo, el que crece sobre rocas calizas y el que aparece sobre sustratos silíceos, cada uno de ellos con su flora particular. Junto al haya también se pueden encontrar otros árboles y arbustos como el abedul, el serbal de cazadores, el mostajo y el acebo. El abedul es un árbol colonizador que forma bosquetes en los claros del hayedo y en los terrenos abandonados, a menudo intercalado con el haya, tal y como se ve en el abedular de Txupitaspe. Los hayedos fueron muy explotados en los siglos pasados y aunque se pueden ver algunas viejas hayas trasmochas, la mayoría de los hayedos de Urkiola son muy jóvenes, de menos de 100 años. Los hayedos más extensos del Parque se encuentran en el Saibi, en el Urkiolagirre, en el macizo de Eskuagatx y en la sierra de Arangio.
Árbol de hoja caduca de hasta 30 m. de altura y de copa redondeada. Su corteza es gris y lisa. Las hojas son de forma lanceolada y borde ligeramente ondulado. Florece de mayo a junio y a principios de otoño da un fruto llamado hayuco. En Urkiola forma extensos bosques, entre los que destacan los hayedos del Saibi, Urkiolagirre, Arangio, Eskuagatx y Kondebaso. La madera del haya fue muy utilizada en la antigüedad para la elaboración de carbón vegetal mediante la práctica del desmoche.
Árbol de hoja caduca de hasta 20 m. de altura, de forma cónico-piramidal. Su corteza es blanquecina y lisa con pequeñas rayas horizontales. Las hojas son de forma triangular o romboidal con el borde aserrado. Florece de mayo a junio y sus pequeños frutos alados se desarrollan en espigas colgantes. Crece en claros de hayedos y brezales, a menudo en laderas húmedas. El nombre de Urkiola viene precisamente de su nombre en euskera.
Arbusto de hoja perenne que no suele superar los 5 m. de altura. Sus ramas y sus brillantes y espinosas hojas le dan un aspecto muy compacto. Florece de abril a junio y en octubre maduran sus vistosas bayas rojas. Hay acebos machos y hembras y son estos últimos los que dan fruto. El acebo fue muy utilizado hace años como adorno de navidad y llegó a escasear, aunque hoy en día se encuentra en expansión. Es una especie protegida.
Pequeña planta que puede crecer hasta 15 cm., de hojas perennes, duras y con tres lóbulos iguales. Florece de marzo a mayo y las flores pueden ser blancas, azules, violetas o rosadas. Es fácil de observar a comienzos de primavera en el hayedo de Astxiki. Las hojas frescas sirven para elaborar una tintura que se aplica en casos de bronquitis y afecciones de la faringe.
Planta de 10-30 cm. de altura, con dos hojas opuestas de forma elíptico-lanceolada y con numerosas manchas pardo-rojizas situadas cerca de la base. Florece de febrero a abril y las flores son de color rosa, a menudo inclinadas hacia abajo y con los pétalos recurvados hacia atrás. Se puede encontrar con facilidad en los hayedos cercanos al puerto de Urkiola y en las repoblaciones de Aldazitala. Tiene una floración muy temprana y junto al narciso crea un espectacular tapiz de colores sobre la hojarasca de los hayedos a finales del invierno.
Planta bulbosa de 25-50 cm. de altura, con hojas verde-azuladas estrechas y muy largas. Florece de febrero a abril y la flor es solitaria, grande, de color amarillo y colgante. La corona central de la flor tiene un amarillo más vivo que los tépalos exteriores. Aparece en hayedos, abedulares y prados húmedos. Las inmediaciones de Amilla y los bosques cercanos al puerto de Urkiola son excelentes lugares donde observar este hermoso narciso. Es una especie protegida.
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