Los montes de Urkiola están compuestos en su mayoría por roca caliza. Son relativamente “jóvenes” ya que se formaron hace unos 50 millones de años, que es muy poco tiempo en comparación a la edad de la tierra, (más de 3.500 millones de años). En sus orígenes, la roca caliza que compone estos montes proviene de enormes arrecifes formados por restos de moluscos y crustáceos, sumergidos bajo un gigantesco mar. Al descender el nivel del agua, parte de aquellos arrecifes se fueron sedimentando y fosilizando lentamente dando lugar a gigantescas masas de roca caliza. Posteriormente y gracias a los plegamientos de la corteza terrestre originados por potentísimos y constantes movimientos tectónicos, acabaron por formar las grandes cordilleras tal y como las conocemos en la actualidad.
Estas majestuosas montañas rocosas que apreciamos, no son tan duras y compactas como aparentan; la lluvia cae sobre ellas disolviéndolas gota a gota, en un proceso químico inapreciable a la vista, pero ineludible al tiempo.
El agua adquiere el anhídrido carbónico de la atmósfera y se convierte en una lluvia ácida de baja intensidad, que, al caer sobre la caliza deshace el carbonato cálcico de la roca adentrándose entre grietas y fisuras hacia el interior, donde poco a poco comienza a depositar bicarbonato cálcico en las paredes techos y suelos, creando las estalactitas, estalagmitas, coladas, y todo tipo de formaciones.
Las cavidades creadas por el agua pueden ser de varios tipos:
También presentan distintos aspectos y paisajes interiores:
El agua crea muchas formaciones:
* Por término medio, para formar un centímetro de las estalactitas o de algunas otras formaciones son necesarios unos 100 años.
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